Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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''La sardónica risa de Amon’Chakai resonó en sus oídos mientras se levantaba de su trono y se dirigía hacia él.''
 
''La sardónica risa de Amon’Chakai resonó en sus oídos mientras se levantaba de su trono y se dirigía hacia él.''
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Revisión del 09:12 27 sep 2012

Amon ChaKai

Amon’Chakai es el más sabio y viejo de todos los Señores de la Transformación. Mientras los demás de su tipo son inteligentes más allá de la comprensión humana, sólo Amon’Chakai posee el conocimiento final sobre el destino. Este Gran Señor de la Transformación desprecia el orden y la civilización, y se recrea conduciendo el mundo a la ruina y el Caos. Puede imponer su omnipotente voluntad sobre los inocentes mortales, deformando el curso de los acontecimientos y llevando el desastre y la miseria a sus vidas. Nada le agrada más que ver el mundo desmoronado y reconstruido, en un infinito flujo de transformación.

Amon’Chakai puede ver las hebras del destino tan claramente como un mortal puede ver el camino que tiene delante de sí. Puede destruir o favorecer tanto a sus seguidores como a sus enemigos, por lo que parece ser un mero capricho, pero los motivos que se ocultan detrás de las acciones de los demonios no pueden ser comprendidos por los simples mortales.

Durante más de mil años, Amon’Chakai se ha sentado inmóvil en su trono en la Fortaleza Imposible, estudiando con fascinación los hábitos insensatos de los mortales. Por fin ha sido despertado de su letargo, quizás por el capricho de Tzeentch o quizás por su propio designio. Ha invocado a la batalla a sus vasallos demoníacos, y ahora está al mando de la mayor legión demoníaca que jamás se haya reunido en el Reino del Caos . Su ambición no termina aquí, puesto que ahora ha vuelto sus ojos diamantinos sobre el reino mortal. Los locos encerrados en los sanatorios del Viejo Mundo tienen visiones del Gran Demonio Alado, y gritan que el final del mundo ha llegado. En el lejano Norte del reino de los Elfos Oscuros de Naggaroth, las hechiceras del Rey Brujo que estudian el Reino del Caos leen sus augurios y profecías, y tiemblan aterrorizadas, puesto que estos indican una promesa de entropía y destrucción traída por Amon’Chakai.

Relato

Archivo:Amonchakai2.jpg

Amon´ Chakai, ilustracion de Mark Gibbons

La última puerta se abrió ante el Cazador de Brujas, General Gunther Munz. Por fin se encontraba ante la Fortaleza Imposible, su búsqueda para matar a Amon’Chakai estaba a punto de terminar. Se adentró en la Cámara de Cristal y vio al Gran Demonio sentado sobre su trono sumido en una profunda meditación, mientras su omnipotente voluntad viajaba por el vasto universo. Aspirando profundamente, Gunther alzó su espada mágica y se preparó para golpear al inmundo Demonio.

De repente, sus ojos se abrieron de par en par , brillando divertidos mientras estudiaban al hombre que tenían ante sí. Gunther sabía que podía golpear, pero sólo podía mirar fijamente esos fascinantes ojos. Amon’Chakai habló:

Os he observado desde que nacisteis, Gunther Munz, y vi nacer a vuestro padre, a su padre y a todos vuestros antepasados desde el tiempo en que todavía deambulaban por las Llanuras del Sol en las Tierras del Sur. Os he visto crecer y he visto cómo estudiábais. He visto cómo se iban desarrollando vuestros planes para destruirme. He visto cada peldaño que habéis subido para llegar ante mí. No hay nada que yo no sepa. Estáis ante mí porque así lo he deseado. ¿Sabíais todo eso?”

Durante un mero instante el Demonio sostuvo la mirada del General y Cazador de Brujas. Entonces lo liberó y éste cayó al suelo. Gunther intentó levantarse pero le fallaron las fuerzas. En la vítrea superficie del suelo vio reflejada su imagen. Sus brazos eran débiles y delgados, su pelo blanco, su rostro viejo y marchito. Parecía como si por él hubieran pasado cincuenta años, aunque no había sido más que un instante. Había sido un hombre en su plenitud, ahora era débil y viejo.

La sardónica risa de Amon’Chakai resonó en sus oídos mientras se levantaba de su trono y se dirigía hacia él.

Fuente

-Suplemento: Paladines del Caos.