
"Eres el corazón de la vida rural, trabajando en el campo para alimentar a la civilización."
- —Descripción de la profesión.
"Está claro que es una vida dura, pero es una buena vida. Cada año, la señora de la mansión envía a su guardia a limpiar el bosque, expulsando a los Hombres Bestia y cosas parecidas. La familia nos mantiene seguros, y nosotros guardamos sus rebaños. La mayor parte del tiempo, es un trato justo."
- —Gunni Ackermann, pastora.
"Mira, puedes mirarnos con desdén todo lo que quieras, pero el mismísimo Konrad el Héroe era de una aldea como la mía, así que no nos hables con condescendencia, ¿me has oído? ¡Nosotros, la gente de campo, somos buena gente!."
- —Erika Bauer, granjera.
El benévolo Imperio de Sigmar proporciona cosechas abundantes, una buena cantidad de ganado y otras mercancías, por lo que en el campo siempre hay gran cantidad de trabajo que llevar a cabo. Los aldeanos conforman la mayor parte de la población del Imperio y llevan a cabo una gran variedad de papeles valiosos, incluyendo granjeros, carboneros, leñadores, molineros, pastores y muchos más.

La mayoría de aldeas se encuentran bajo el dominio de una familia noble y la administración diaria de la propiedad la supervisa un alguacil. Los asuntos de la aldea los suele gestionar un concejo de comerciantes locales y de granjeros dirigidos por un anciano. Un concejal o anciano de una aldea puede detentar una influencia local significativa supervisando gran parte de las decisiones que conciernen a las tierras circundantes.
La seguridad pastoril de una aldea protegida es de un aburrimiento inconfesable para algunos jóvenes aldeanos, que escuchan ávidamente relatos de tierras lejanas. Por supuesto, los relatos oídos de boca de Buhoneros y de striganos, todos los cuales alimentan planes de huida, tienen muy poca relación con la dura realidad de la vida en el Imperio. Durante el invierno, cuando hay poca comida y los campos no necesitan atención, los jóvenes que se aventuran a las poblaciones y ciudades cercanas en busca de trabajo a menudo no vuelven, atrapados en la red de la excitación y de las aventuras que la civilización conlleva.
Fuente[]
- Warhammer Fantasy JdR 4ª Edición, pág. 70.