
Albrecht Helseher es un Señor de los Hechiceros de la Orden Dorada y el administrador del Gran Gremio de Hechiceros y Alquimistas de Middenheim. A él acuden los hechiceros de los colegios Dorado y Celestial para solicitar una habitación o utilizar las instalaciones del gremio.
Junto con su ayudante Janna Eberhauer, suele ser consultado por el Graf Boris sobre todos los asuntos mágicos, especialmente los relacionados con la seguridad de la ciudad.
Descripción[]
Helseher es un hombre de unos sesenta años. Está un poco por encima de la media de altura (1,75 m) y tiene un aspecto adusto, enjuto y ascético. Tiene una una larga melena de pelo negro brillante, sin una pizca de gris a pesar de su edad, y ojos de mirada penetrantes de un azul sorprendentemente vivo. Su piel parece haber adquirido un brillo ligeramente metálico bajo ciertas luces. Sus ojos, y sus dedos excepcionalmente largos y delgados pero fuertes, son sus rasgos más característicos. Causa una impresión duradera en cualquier persona que conoce.

Cuando no va ataviado con el mandil y el mono de cuero del laboratorio o con el equipo ceremonial de su orden, Helseher se viste con una falta de vanidad que le hace parecer descuidado, prefiriendo prendas holgadas de color negro o azul grisáceo que le permiten la máxima libertad de movimiento.
Como Señor Magister de la Orden Dorada, Helseher se preocupa más por sus abstracciones e investigaciones de sus estudios alquímicos que por los temas mundanos, pero no es distraído. Vive en la Casa del Gremio, y rara vez sale de sus aposentos o de sus oficinas en el Gremio. Por lo tanto, la población en general tiene pocas oportunidades para verlo, y se le considera como una figura misteriosa y algo siniestra a la que hay que temer más que querer.
Helseher es agudamente inteligente pero sólo ahora está enterándose de los asuntos de estado; está furioso por el Impuesto sobre Pergaminos y ha presentado enojadas quejas ante el Graf Boris al respecto. Habitualmente es prudente, tomándose tiempo para pensar las cosas, pero no se le puede engañar o embaucar. La gente le importa poco. Sólo le preocupan las abstracciones
Fuentes[]
- Warhammer Fantasy JdR: El Enemigo Interior III - Middenheim, la Ciudad del Caos (1ª Ed. Rol), pág. 95.
- Warhammer Fantasy JdR: El Enemigo Interior IV - El Poder tras el Trono (1ª Ed. Rol), págs. 70.
- Warhammer Fantasy JdR: Reinos de la Magia (1ª Ed. Rol) - 01 Ars Theorica, pág. 39.
- Warhammer Fantasy JdR: Reinos de la Magia (2ª Ed. Rol), pág. 97.
- Warhammer Fantasy JdR: Middenheim: La Ciudad del Lobo Blanco (4ª Ed. Rol), pág. 28.
- Warhammer Fantasy JdR: El Poder tras el Trono (4ª Ed. Rol), págs. 127-128.