Sutenvulf luchando contra Ursula Schek
"Para mí es importante luchar. Tengo una opción, luchar o rendirme. Te rindiste. Te faltó la fuerza y el coraje, y son los débiles como tú los que permiten que el Caos dure"
- —Ursula Scheck, a Sutenvulf Daemonkin
La santa Ursula Schek era un arma pura y verdadera de Sigmar. Asesina de demonios, de lo que es impío y contaminado, su inquebrantable fe y devoción, a la luz han llevado a la erradicación de muchos de los enemigos involuntarios del Imperio. Ha liderado mercenarios, ejércitos imperiales y, finalmente, una gran colección de seguidores devotos y flagelantes en una enorme hueste de guerra santa, y ha llevado a sus creyentes a una confrontación cataclísmica final contra el Caos conocida como La Batalla de los Mil Inviernos.
Historia[]
Fue ella quien estuvo entre las primeras Hermanas de Sigmar y ayudó a fundar el convento en Mordheim mucho antes de que la decadencia humana hubiera visto la erradicación de la gran ciudad, aunque su voto de silencio autoimpuesto en sus años mayores había hecho que su nombre y sus esfuerzos fueran desconocidos por los seguidores posteriores de Sigmar.
Fue ella quien mató al temido Sutenvulf Daemonkin, y había sido su amante mucho antes de su transformación cuando todavía era conocido como Kurt Leitzig. Si bien el destino lo acercó cada paso más a las garras del Caos, también el destino acercó a Úrsula a la elegante mano de Sigmar y la luz. Los que rodeaban a Úrsula en sus primeros años de vida la negaron de practicar la brujería y la locura, ya que fue bendecida con una pasión ardiente y visiones sagradas esporádicas que guiaron sus muchas decisiones, aunque llegó a comprender que fue Sigmar quien le concedió estas visiones tal como estaba. elegido para realizar su santa voluntad.
Cuando perdió a Kurt por completo en la oscuridad, viajó por todo el fracturado Imperio durante la Era de los Tres Emperadores, superando las muchas y mortales pruebas que Sigmar le había impuesto. En el camino reunió a muchos aliados y seguidores mientras predicaba la santidad de Sigmar y perfeccionaba su habilidad marcial con cada escaramuza en la que participaba. Durante estas pruebas llegó a poseer a Ulfshard, una espada encantada de origen Elfo. Cuando se le concedió la visión de la próxima batalla contra el Caos, reunió a una multitud de amigos y fanáticos religiosos en lo que se conocería como la Compañía Dorada, y llevo a su ejército al Territorio Troll para ayudar en la defensa de los kislevitas y los ostlandeses. Cuando su ejército chocó con el ejército caótico, chocaron sus espadas los antiguos amantes, quien ahora completó su transformación en un Príncipe Demonio. Los dos lucharon en un duelo de proporciones divinas, pero la fe ardiente de Úrsula ardía aún más que la espada de fuego de Sutenvulf. Derribó al Demonio con su espada élfica, y su sagrada multitud triunfó ese día de la matanza. Pero antes de que Sutenvulf fuera desterrado al Reino del Caos, se revelaron terribles verdades que harían que Úrsula se comprometiera a llevar una vida de penitencia por el resto de su vida.
Fuentes[]
- Saga Slaves to Darkness: The Claws of Chaos, por Gav Thorpe.
- Capítulo 1.
- Capítulo 2.
- Capítulo 3.
- Capítulo 4.
- Capítulo 5.
- Capítulo 6.
- Capítulo 7.
- Capítulo 8.
- Capítulo 9.
- Saga Slaves to Darkness: The Blades of Chaos, por Gav Thorpe.
- Capítulo 1.
- Capítulo 2.
- Capítulo 3.
- Capítulo 4.
- Capítulo 5.
- Capítulo 6.
- Capítulo 7.
- Capítulo 8.
- Capítulo 9.
- Capítulo 10.
- Saga Slaves to Darkness: The Heart of Chaos, por Gav Thrope.
- Capítulo 1.
- Capítulo 2.
- Capítulo 3.
- Capítulo 4.
- Capítulo 5.
- Capítulo 6.
- Capítulo 7.
- Capítulo 8.
- Capítulo 9.
- Capítulo 10.
- Epílogo.